¿Por qué tenemos tanto miedo a la muerte?
El miedo irracional a morir también es conocido como Tanatofobia, este nombre proviene de la mitología griega, en concreto, del Dios Tanatos que representa la figura de la muerte no violenta. Esta fobia afecta a más personas de las que uno podría imaginar pero al ser un tema tabú que se trata de una manera muy reservada entre la población se suele mantener en silencio.
¿Por qué tenemos tanto miedo a la muerte, si resulta ser lo único seguro en la vida?
La respuesta es fácil, escapa a nuestro control y como todo lo desconocido para el ser humano es normal que genere cierta angustia pero cuando el miedo se vuelve irracional puede dar lugar a crisis de ansiedad que dificulten seguir con nuestra vida. Los síntomas más comunes de estas crisis son dificultad para respirar, sudoración, taquicardia, náuseas, etc.
Estos síntomas unidos al miedo a morir hacen que sea muy común que personas que presentan esta fobia también desarrollen obsesiones hipocondríacas. Al sentir estas sensaciones en su cuerpo creen tener motivos para confirmar que están enfermos y que por tanto morirán pronto. Además, es muy común realizar búsquedas de síntomas en internet que lo único que consigue es preocupar más a la persona.
En ocasiones, el miedo a la muerte va más dirigido a que le pueda pasar algo a algún ser querido y como consecuencia, se empiezan a hacer comprobaciones que pueden consistir desde necesitar saber donde están sus personas queridas en todo momento (como si de esta manera los libraran de cualquier mal) a, incluso, comprobar que siguen respirando mientras duermen.
Uno de los principales factores que suele mantener este problema es la evitación. Esta manera de comportarse consiste en evitar enfrentarnos a aquello que tememos por lo que las personas que sufren esta fobia a menudo dejan de hacer una serie de cosas por no enfrentarse a su temor: dejan de ver las noticias por no ver sucesos relacionados con la muerte, evitan ir a entierros, cuando surge una conversación sobre el tema intentan distraerse, etc. En resumen, evitan todo lo relacionado con la muerte.
Este comportamiento, que parece ser el más instintivo (ya que ante la amenaza de un peligro lo normal es huir) se convierte en el principal mantenedor del problema. Por ello, una de las técnicas más empleadas para el tratamiento de esta fobia es la exposición. Se trata de ir exponiendo al paciente de una manera progresiva a aquello que teme para conseguir que se dé una habituación al tema en cuestión. Por supuesto, esta técnica siempre suele ir acompañada de muchas otras y aplicada con la ayuda y supervisión de un profesional.
Es normal que el miedo a la muerte siempre nos acompañe en menor o mayor medida a la mayoría de nosotros pero si te impide hacer tu vida de una manera normal no dudes en consultar con un profesional y no dejes que la muerte siga siendo la protagonista de tu vida.